«La libertad es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida» Don Quijote de la Mancha.
Palabras difíciles de sostener en estos días, cuando la honra reside en paraísos fiscales, la aventura es averiguar a quién votar y la libertad, la libertad se compra con buenos abogados a los que no siempre se puede acceder cuando eres víctima de un desahucio.
Don Quijote no deja de maravillarme, poeta, caballero andante, cuerdo en su locura y buscador de justicia. Me sorprende que un personaje así se gestara en esta misma España, donde los perfiles de Lazarillos son más abundantes que las gestas de los grandes Caballeros.
Pero aún así, a esta bonita tierra nos pertenece la gesta del Ilustre Caballero mundialmente conocido, honremos pues su memoria buscando libertad, honra y memoria, en medio de este mundo loco, lleno de gigantes desmedidos, «baratarios» con ínsulas y curas y barberos que nos pongan en remojo por cuanto veamos en nuestros vecinos.
Así pues, como humilde Quijote que busca su «bálsamo de Fierabrás» quiero seguir los pasos de mis pequeños héroes cotidianos que trabajan en este mundo social y dejan por escrito ideas, momentos, propuestas, aventuras y desventuras. Quiero hacer el esfuerzo de retomar mi pasión por escribir y por trabajar en esto del Trabajo Social (WS)… veremos hasta dónde nos lleva la aventura.